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La exposición fotográfica

  • Juan Francisco Ortiz
  • 4 ago 2021
  • 5 Min. de lectura

Tres ajustes fundamentales en la fotografía.

Si tienes la inquietud de comenzar en el apasionante mundo de la fotografía y si te sientes motivando para comprar tu primera cámara cuando ves las fantásticas imágenes que aparecen en las revistas de National Geographic, Cuarto Oscuro, Objetivo Natural; o en sitios web como los del fotógrafo y chef Francesco Tonelli; estás en el momento justo para comenzar a familiarizarte con el pilar de la fotografía: “El Triángulo de Exposición”.


Antes de continuar, es importante que sepas que en esta entrada conocerás los tres elementos que son esenciales en la fotografía y que si los ajustas de manera adecuada, podrán ayudarte a controlar ese grano no deseado que en ocasiones hace ver a las fotografías de muy mala calidad o bien, a que gocen de una iluminación correcta para evitar la sobrexposición o subexposición de tus fotos. En caso de que no sepas a que se refieren las dos últimas palabras que he mencionado, te lo comento de manera simple.


Cuando se dice que una fotografía está subexpuesta o sobrexpuesta no es nada más que, al momento de capturarla no fue equilibrado correctamente el paso de luz al sensor; es decir, se obtiene una fotografía subexpuesta cuando hubo poca luz y una sobrexpuesta, cuando entró demasiada luz.


Ahora que ya sabes a que se refieren estas dos palabras (utilizadas también en el “argot” de la fotografía), es momento de que sepas cuales son los ajustes que existen para controlar el paso de la luz, aclarando que todos ellos se complementan entre sí.


Al comienzo de esta entrada mencione “El Triángulo de Exposición”, pues bien, este triangulo se conforma de tres elementos:

  1. El ISO;

  2. La velocidad de obturación; y

  3. La apertura de diafragma.

Comencemos con el ISO. Este elemento es el que determina la sensibilidad que el sensor tiene al momento de captar la luz. El ISO se mide en escalas de sensibilidad siendo éstas 100, 200, 400, 800, etcétera (en algunas cámaras digitales podemos encontrar que la sensibilidad comienza en 50). Por otra parte, podemos percatarnos de la lectura de las “escalas”, que el aumento de la sensibilidad es en cantidades dobles con relación a la sensibilidad previa, por ejemplo: de 400 a 800, de 800 a 1600, etcétera.


Ahora bien, es importante resaltar que si bien es cierto que al momento de aumentar la sensibilidad ISO permitirá una mayor iluminación hacia el sensor (lo que equivale a aumentar la exposición), también es cierto que la fotografía se verá afectada por el ruido digital que se origina, dando como resultado, una fotografía poco nítida y granulosa; este efecto irá en aumento conforme vaya “subiendo” la sensibilidad (ISO).


¡No olvides ajustar el ISO!


Entonces te preguntarás, ¿cuál es el valor adecuado del ISO para las fotografías?, este valor dependerá no solo del tipo y calidad de cámara que se tenga, sino también del tipo de fotografía que se vaya a realizar. Por ejemplo, en la fotografía nocturna y para compensar la limitación de la luz que se tiene, es posible emplear valores ISO un “poco altos”, y en caso de que sea necesario, en postproducción reducir el nivel de ruido digital originado por estos valores.


Sin embargo, si te dedicas hacer fotografía de comida, de producto, retrato o de interiores, con o sin flash (que es el tipo de fotografía que hago), rara vez rebasarás el ISO 400. En mi caso, los rangos que más utilizo son: ISO 50, 100 o 200, con estos valores obtengo fotografías a las que “mínimamente” si no es que nada, las afecta el ruido digital.


Como siguiente elemento hablemos de la velocidad de obturación. Este elemento lo obtenemos directamente del obturador de la cámara y se refiere a la velocidad en que éste se abre y cierra para permitir el paso de la luz. Su velocidad se mide en segundos y en fracciones de segundos, siendo ejemplo de éstos: 1/2, 1/4, 1/8, 1/15, 1/30, 1/60, 1/125 1/250, 1/500, etcétera.


Uno de las características que es conveniente tener en cuanta antes de establecer la velocidad de obturación es, qué tipo de exposición deseamos en nuestra fotografía, es decir, si tienes como objetivo realizar una de esas fotografías cuyo efecto es que las nubes o ríos parezcan de seda, o bien fotografiar las largas luces que los autos dejan en una carretera o calle, tendrás que emplear una “exposición larga” (por arriba de 3 segundos), valor que podrá ser modificado dependiendo de la cantidad de efecto que deseas obtener en tu fotografía (pudiendo ser más o menos al valor que he mencionado).


Tal vez te preguntes, ¿sí dejó abierto demasiado tiempo el obturador obtendré una fotografía sobrexpuesta por la gran cantidad de luz que ha entrado al sensor?, la respuesta es sí. Sin embargo, para realizar este tipo de fotografía y controlar el paso de la luz, necesitaras un filtro de densidad neutra.


Siempre podrás manipular el paso correcto de la luz


Ahora bien, partiendo de la idea que te he dado con anterioridad, sabremos que cuando se “eleva” la velocidad del obturador será menos la luz que pase al sensor, sin embargo, otro aspecto que tienes que tomar en cuanta es que si tu objetivo es tomar una fotografía de larga exposición, este tipo de velocidades no te permitirá realizarla, ya que como lo he dicho, se abrirá y cerrará más rápido el obturador por lo que obtendrás como resultado una fotografía estática (hablando de un objeto en movimiento que fue fotografiado).


En resumidas cuentas, si quieres fotografiar un objeto en movimiento y deseas que en la fotografía aparezca completamente estático, utiliza velocidades de obturación altas; si deseas que en tu fotografía “aparezca” el movimiento del objeto que fotografiaras, utiliza velocidades bajas, eso sí, en ambos casos es importante no descuidar el paso de luz para evitar la subexposición o sobrexposición, lo cual puedes complementar con los otros dos ajustes del “Triangulo de Exposición”.


Finalmente, hablemos de la apertura de diafragma. Este ajuste lo obtenemos directamente del objetivo de la cámara. Debes saber que todos los objetivos tienen aperturas diferentes y que, en razón de ésta, permitirá entrar más o menos luz al sensor para procesar tu fotografía.


Existen objetivos que cuentan con diferentes aperturas de diafragma: 1.4, 2, 2.8, 4, 5.6, 8, 11, 16, 22, 32, y como bien te imaginaras, los objetivos que cuentan con aperturas menores a 4, serán lentes más luminosos.


Estoy seguro que has visto esas fotografías en donde cierta parte está enfocada y el resto desenfocada, este efecto lo da en mayor o menor medida la apertura de diafragma, es lo que comúnmente llamamos “Profundidad de campo” y este efecto lo puedes obtener con aperturas de 8 o por debajo de este número. Es decir, en simples palabras: a mayor apertura menor profundidad y a menor apertura mayor profundidad campo. Si aún tienen dudas respecto a que se refiere este término, te comento que no es nadas más que la cantidad de enfoque que obtendrás en una fotografía.


Como podrás ver y como lo comenté al inicio de esta entrada, estos elementos o ajustes (como quieras llamarlos) se complementan entre sí, ya que todos permiten ajustar el paso de la luz y dependerá su ajuste en razón del tipo de fotografía que desees tomar.


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